En Japón la educación se basa en la autoestima y el respeto por el otro; con 35 millones de habitantes que tienen en claro que estos principios son un pilar fundamental en el trabajo en grupo; esta y otras costumbres que veremos a continuación hacen resaltar la cultura japonesa a nivel mundial.
Una de las costumbres más representativas de la cultura japonesa, es quitarse las zapatillas al entrar a las casas, seguidamente saludan con una reverencia prolongada inclinando ligeramente los hombros y la cabeza evitando el contacto físico. A continuación hacen una invitación para seguir a su hogar y tomar una taza de café o té siempre con una gran sonrisa.
Por tradición los niños japoneses se les inculca que siempre prima el bien común sobre el particular, además de admirar y respetar a las autoridades como la policía, bomberos, médicos, profesores y demás personas que tienen cierto grado de importancia a nivel social.
Ponen en práctica la filosofía de Confucio: El confucianismo es el conjunto de doctrinas morales y religiosas practicadas por los discípulos y seguidores del filósofo chino. Estas doctrinas se han implementado en muchas culturas de los países asiáticos entre ellos Japón que ponen en práctica las enseñanzas de buena conducta en la vida, el buen gobierno, el cuidado de las tradiciones, el estudio y la meditación.
La educación japonesa se basa en CHI-TOC-TAI que significa: Conocimiento, moral y cuerpo. Cada instructor sea padre de familia o docente transmite este mensajes cada día y lo implementan como un estilo de vida, con la práctica y el tiempo que han implementado esto se ha logrado una convicción de que cada japonés actúa naturalmente podrán llevar una mejor calidad de vida.
El fortalecimiento mental lo llevan inculcado desde la primaria, manteniendo muy en claro los códigos de conducta invariable a través de las generaciones que se transmiten no por una imposición predeterminada sino por la convicción personal de cada persona, llevando como resultado el respeto jerárquico que las autoridades enseñan y así comprenden los beneficios de la enseñanza.
Los docentes japoneses tienen un compromiso personal y profesional con todos de los alumnos que tienen a su cargo. Ellos entienden que el futuro de una nación milenaria está en sus manos, por eso, sus enseñanzas son tanto estrictas como personalizadas teniendo como base fundamental la buena utilización del tiempo, el cumplimiento de sus deberes es el pan diario que ellos deben impartir a sus alumnos, ya que si esto no llegase a cumplirse sería motivo de vergüenza familiar y pública.
Los japoneses hablan en un tono de voz suave, siempre con calma y respeto por la persona que las está escuchando, además tienen en cuenta el lugar donde se encuentran y las medidas que allí están establecidas. Esto hace que una conversación sea para tratar temas concretos y puntuales sin perder demasiado tiempo tratando de hacer sus labores con la mayor excelencia posible.
Otra parte del diario vivir de los japoneses y que llaman la atención del mundo son sus deportes; existen una diversidad tanto tradicionales como modernos; ambas formas tienen una gran aceptación entre la población japonesa y son muy practicadas desde temprana edad. Principalmente entre las numerosas artes marciales podremos encontrar:
Aikido: su característica principal es la búsqueda de la neutralización del contrario en situaciones de conflicto dando lugar a la derrota del adversario
Judo: Se basa en la lucha cuerpo a cuerpo en sus inicios era practicado por guerreros medievales en armadura en el campo de batalla. Actualmente es la única arte marcial que es deporte olímpico permanente. En su forma deportiva se especializa en los desplazamientos, sumisiones y estrangulaciones.
Karate: Se caracteriza por el empleo de golpes de puños y patadas. En este deporte se coordina la fuerza, la respiración, el equilibrio y la postura teniendo como producto la coordinación de rapidez y agilidad entre los músculos y extremidades de los luchadores. Generalmente busca derrotar al oponente mediante impactos contundentes que buscan ser definitivos o que hagan un gran daño al adversario.
